¿Son necesarias las botas para los perros de trabajo?
¿Es necesario utilizar botas para los perros de trabajo? ¿En qué casos sería recomendable y cómo se deberían utilizar?
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Muchas veces vemos imágenes de perros de trabajo utilizando botas para proteger sus almohadillas, sobre todo en terrenos hostiles y peligrosos como el escombro de un edificio colapsado. Se suele pensar que es necesario proteger a los perros cuando tienen que trabajar en el escombro. Algo así debió ocurrir tras los atentados del 11S, cuando se recibieron miles de donaciones de botas para los perros de rescate.
Hay estudios que indican que las heridas en las patas son probablemente la causa más común de daño en muchos tipos de perros de trabajo durante sus intervenciones. En el atentado de Oklahoma City en 1995, el 90% de las heridas que sufrieron los perros de rescate fue en las almohadillas. Seis años después, otro estudio desveló que los perros que intervinieron tras los atentados del 11S presentaban el 70% de las heridas en las almohadillas o en las patas.
No hay estudios similares con perros militares o policiales pero la experiencia ha demostrado que este tipo de heridas es muy común también en estos perros, sobre todo aquellos que entran en combate o que entrenan en terrenos agresivos.
¿Son tan necesarias?
Además, los estudios realizados en Oklahoma City y el 11S revelaron observaciones interesantes acerca de la elección de los guías en cuanto a la decisión de utilizar las botas para los perros. Aunque disponían de un gran número de botas desde el primer día, menos del 25% de los casi 70 guías en Oklahoma City eligieron utilizarlas con sus perros y menos del 10% utilizaron botas de protección en la intervención del 11S. Y ninguno de los equipos que intervinieron en el Pentágono utilizó protección alguna.
De aquellos guías que utilizaron las botas en sus perros en Oklahoma City, más de la mitad lo hizo durante menos de un día y ni uno sólo las utilizó durante más de dos días. Y un estudio más reciente sobre los perros de rescate que acudieron en respuesta al terremoto de Haiti en 2010 no especificaba si utilizaron botas protectoras o no. Sin embargo, reveló que de las 8 heridas que sufrieron estos perros, 6/8 (75%) fue en las extremidades pero únicamente dos de ellas (75%) se localizaban en las almohadillas.
Los autores del estudio creen que seguramente la diferencia en los tipos de terreno marcaron un papel decisivo en este descenso de las heridas en las almohadillas, comparado con las intervenciones anteriores.
Este estudio mostró también que los guías de esta intervención tenían una clara preferencia por las botas de nylon, antes que las de goma, cuero o algodón. Más de la mitad de los guías que comenzaron con las de goma o cuero dejaron de utilizarlas o cambiaron a las de nylon el segundo día. Pero incluso en ese caso, todos dejaron de utilizar las botas protectoras al día siguiente.
A veces es peor que el perro lleve botas
Tras ver estos resultados se puede concluir que los estudios realizados a los perros de rescate no demuestran que el hecho de utilizar botas de protección suponga una diferencia a la hora de prevenir heridas en las almohadillas de los perros.
Además, ninguno de estos estudios tuvieron en cuenta si el hecho de llevar las botas podría causar otro tipo de lesiones provocadas por resbalones o caídas, por lo que en este campo hay mucho aún por estudiar y determinar.
De hecho, expertos y guías caninos que trabajan esta especialidad aseguran que las botas podrían evitar que el perro pueda utilizar sus almohadillas y sus garras para no escurrirse, poder trepar y mantener el equilibrio en terrenos complicados. Y, aunque no hay un estudio que lo avale, se han realizado entrenamientos de varios días con equipos caninos de operaciones especiales, evidenciando la gran dificultad que hay para que las botas no se salgan de las patas del perro y las pierdan.
Hay muchos productos en el mercado y una gran cantidad de materiales y modelos donde elegir. La experiencia de cada uno marcará las preferencias. Lo que sí queda claro es que son los guías quienes deben analizar la situación y decidir lo mejor para sus perros. Por eso deben estar informados sobre las posibles consecuencias de la utilización o no de las botas, ya que no hay una solución sencilla o única para este problema. Igual que no hay un producto o método para todos los perros o todas las situaciones.
En cualquier casa e independientemente de lo que se decida utilizar, lo más importante es entrenar con el perro con ese producto mucho antes de que llegue la situación real. De lo contrario, seguro que vamos a tener problemas, ya sea de habituación del perro, pérdida de las botas o incluso accidentes por resbalar o perder el equilibrio al perder el agarre natural.
Fuente: Dra. Janice Baker
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