Identifican componentes únicos en cadáveres humanos y de cerdos
Los científicos tratan de determinar los componentes únicos que se hayan en cadáveres humanos, lo que facilitaría el trabajo de los perros detectores
Al morir, nuestros cuerpos en putrefacción liberan ciertos tipos de gases. Cuando se busca un cadáver, los perros buscan con su olfato estos gases para tratar de localizarlo. Ahora, científicos forenses están intentando concretar cual es ese «olor a muerte», único en humanos. Un equipo en Bélgica ha identificado siete componentes únicos que cerdos y humanos producen durante el proceso de descomposición.
Cuando un cuerpo comienza a descomponerse, las encimas disuelven las células desde el interior. A continuación llegan la hinchazón y la putrefacción, dando al cadáver un tinte verdoso. El deterioro activo comienza cuando la piel se rompe y el cuerpo comienza a licuarse. Pronto sólo se ven algunos jirones de carne pegados y al final sólo quedan el pelo y los huesos.
Si se consigue averiguar cuales son los componentes químicos que liberan nuestros cuerpos en las diferentes etapas, permitiría que los perros detectores de cadáveres pudiesen ser entrenados para encontrar restos humanos en puntos específicos de su descomposición.
Un estudio con cadáveres de distintas especies
En este nuevo estudio, los científicos examinaron una colección de restos de 6 humanos y 26 animales, incluidos cerdos y otros mamíferos, peces, ranas, tortugas y algunos pájaros. El equipo tomó muestras de los gases almacenados alrededor de cada resto a los 9 y 12 meses de descomposición.
Previamente, los científicos habían investigado los cuerpos con 6 meses de descomposición y consiguieron separar ocho componentes que emanaban únicamente de los cadáveres humanos y de cerdos. Y siete de ellos continuaban flotando en el aire más tarde durante la descomposición.
Este resultado significa que estos 7 marcadores específicos de humanos y de cerdos pueden utilizarse para desarrollar técnicas de ayuda para perros de cadáver durante todo el proceso de descomposición. El octavo componente, disulfuro de dietilo, podría utilizarse para detectar cuerpos en los comienzos de la descomposición.
Cuando el equipo recogió muestras de los cuerpos tras seis meses, ya habían comenzado el proceso avanzado de descomposición (la etapa de los trozos de carne). Tras 12 meses, los cuerpos aún no se habían secado por lo que no se sabe con seguridad si los cuerpos aún liberan estos componentes únicos en el proceso posterior de descomposición. Los restos se mantuvieron también en botes de cristal para que llos científicos puedan investigar si los cambios en la humedad o temperatura que hay en el exterior influyen en los componentes químicos que se liberan.
Perros mejor entrenados para localizar cadáveres
En la actualidad, los perros de cadáver se entrenan en base a compuestos como cadaverina o putrescina. Pero a veces no consiguen encontrarlas en partes del cuerpo reales, lo que indica que estos olores de entrenamiento no consiguen captar la complejidad total del verdadero olor de la descomposición.
Se podría utilizar un marcador específico humano para entrenar a los perros de cadáveres de una forma mucho más eficiente y, de esa manera, ganar tiempo a la hora de localizar un cuerpo. Y, por otro lado, cuando se encuentre un marcador específico humano, podría ser posible desarrollar un dispositivo portátil que pudiera localizar restos humanos.
Los hallazgos se publicaron el 2 de Junio en la revista Forensic Science International.
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