Los trabajos de olfato son buenos para el perro
Recientes investigaciones han demostrado que es bueno para la salud mental de nuestros compañeros caninos permitirles utilizar su nariz. O mejor aún, animarles a utilizarla con trabajos de olfato
¿Por qué olfatean?
La nariz del perro es una obra de arte, eso ya lo sabíamos. Pero necesitan utilizarla. Y es que el olfato es el sentido más desarrollado en un perro. Por eso, es normal que un perro vaya olfateando todo a su paso. Ir continuamente chequeando rincones, objetos, aquí y allá, es su forma de recibir información sobre su entorno.
A través de su olfato, nuestros amigos de cuatro patas recaban datos sobre todo lo que les rodea. Quién estuvo en ese lugar, si es macho o hembra, su tamaño, qué comió o incluso su estado anímico. Cuando olfatean están obteniendo información muy valiosa sobre todo su entorno. Olfatear, buscar, rastrear, es una actitud normal y positiva para un perro. Cuántas veces habremos dicho eso de «no enseñas a tu perro a buscar, él ya nació sabiendo hacerlo».
Por eso, deja que tu perro olfatee cuando pasea. Deja que curiosee, que se detenga y use su nariz para investigar los olores. A tí te parece un rollo, sobre todo si tienes prisa, pero para él es algo instintivo y necesario. No le regañes, no tires de la correa para que deje de olfatear. Y mejor aún, ¡practica alguna disciplina de olfato con tu perro!
» Olfatear, buscar, rastrear, es una actitud normal
y positiva para un perro «
Estudios científicos lo respaldan
Y no es porque lo digamos nosotros, que al fin y al cabo es nuestro trabajo -y nuestra pasión-. Es que hay pruebas que respaldan todo lo que te contamos. Y ahora hay una prueba más y otra razón para que nos guste el trabajo del olfato canino.
Recientes estudios científicos realizados por Dr. Charlotte Duranton y Alexandra Horowitz encontraron que los perros que participan en trabajos de nariz tienen mayor optimismo que aquellos que realizaron trabajos de obediencia (caminar al lado).
Ambas actividades significan caminar y en ambas se recompensa con comida. Pero hay una diferencia. En el trabajo de nariz el perro tiene la oportunidad de utilizar su olfato y de tomar la decisión sobre lo que está haciendo.
El estudio utilizó un test de optimismo – también conocido como sesgo cognitivo – en el que los perros primero fueron entrenados de forma que un bol colocado en un determinado lugar siempre tuviera comida, mientras que otro situado en otro lugar nunca tuviera comida. La prueba consistió en un bol vacío colocado en un lugar ambiguo, equidistante de los otros dos lugares.
La idea era que la cantidad de tiempo que le llevara llegar al bol, reflejara el optimismo del perro, si contuviera un trozo de pollo.
En el estudio se trabajó con 20 perros adultos de diferentes razas, incluyendo pastores australianos, huskies, cocker spaniel y otras razas/cruces. La mitad de los perros participaron en una actividad de trabajo de olfato con su dueño, mientras que la otra mitad practicó el ejercicio de caminar al lado.
Perros y dueños participaron en una clase en grupo (tanto de trabajo de olfato como de caminar al lado), luego practicaron en casa una vez al día durante una semana. Después se realizó una segunda clase, seguida de una segunda semana de prácticas en casa.
Inmediatamente antes y después de las dos semanas de actividad, cada perro tomó parte en un entrenamiento de sesgo cognitivo y una prueba. Cada actividad estaba estructurada de forma que había un cierto desarrollo, una progresión, desde el principio hasta el final.
Por ejemplo, en la primera clase de caminar al lado, el perro fue premiado inicialmente con una recompensa (comida) por dar dos pasos junto a su dueño, aumentando el proceso progresivamente hasta diez pasos. En la segunda semana se incluyeron los cambios de dirección.
De forma similar, en la primera clase de juegos de olfato, los perros comenzaron por buscar algo escondido (por ejemplo un premio de comida) dentro de una caja, luego en una de las tres cajas. Cuando lo encontraban se añadían más premios a la caja. La segunda semana, las cajas se colocaban en sillas y/o en lugares más alejados para hacerlo más complicado.
Antes de estas actividades, no había diferencias entre ambos grupos de perros en el test de sesgo cognitivo. Pero cuando finalizaron las dos semanas, la latencia de los perros del grupo de trabajos de olfato para llegar hasta el bol era notablemente más corta. Sin embargo, para los perros del grupo trabajo de caminar al lado, no hubo diferencia con respecto a la prueba anterior.
Lo que sugieren estos estudios es que los perros del grupo de trabajo de nariz fueron más optimistas.
Demostrado: los perros que hicieron trabajos de olfato
fueron más optimistas
Pero ambos grupos tuvieron la posibilidad de aprender con recompensa de comida, entonces, ¿cual es la diferencia?
Una razón podría ser que en los trabajos de nariz los perros tienen más posibilidad de elegir lo que hacen porque se pueden mover por toda la habitación y elegir las cajas como quieran. Cuando lo hacen, están solucionando un problema y esta resolución exitosa además les hace más felices.
Otra razón podría ser porque tienen la posibilidad de utilizar su nariz. Como explicábamos al inicio, el olfato es el sentido más importante en los perros y lo utilizan de forma instintiva, siendo además algo beneficioso.
En cualquier caso, el estudio es fascinante. Demuestra que es importante dar a nuestros perros la opción de elegir, de tomar sus propias decisiones y sobre todo, darles la opción de que utilicen su nariz. Todo ello irá en beneficio de su bienestar. Y también demuestra que los perros son más felices con trabajos de olfato que con trabajos de obediencia.
Perros de búsqueda y detección, ¡disfrutan!
Quienes trabajan con perros de búsqueda o detección saben muy bien lo «fácil» que es conseguir que el perro se interese por buscar el objetivo. Y lo mucho que disfrutan corriendo, buscando, olfateando todo y moviéndose para localizar el cono de olor y llegar hasta el objetivo.
Pues ahora tenemos una razón más y científicamente demostrada, para poder decir que trabajar con los perros en tareas en las que utilicen su olfato es beneficioso para ellos.
Y no hace falta que sea en disciplinas de trabajo operativo como la búsqueda y detección. También se pueden realizar ‘juegos de olfato’, en los que el perro tenga que buscar algo con su olfato, como diversión. Afortunadamente cada vez hay más disciplinas para que dueños y perros disfruten juntos. Y alguna de estas disciplinas tienen el olfato canino como protagonista.
Detección deportiva y mantrailing deportivo están teniendo un increíble auge en los clubes caninos, como competición o como mera diversión. Incluso podemos jugar en casa, simplemente preparando a nuestro perro juegos para que busque algo. Comida, juguete o algo más práctico: llaves, teléfono o incluso dinero.
La imaginación aquí tiene los mismos límites que el olfato de nuestro compañero canino… ¡Pruébalo!
Referencias:
Duranton, C., & Horowitz, A. (2018). Let me sniff! Nosework induces positive judgment bias in pet dogs. Applied Animal Behaviour Science.
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