Los perros que cazan ratas en Nueva York

Hay un grave problema con las ratas en Nueva York. Un grupo canino muy especial trabaja por las noches para mantener a raya a estos roedores

Las ratas son muy conocidas en el metro de Nueva York. Poco a poco se han convertido en una parte inseparable de su cultura popular. Algunas ratas de por allí se han hecho famosas, como el Maestro Splinter de las Tortugas Ninja, Pizza Rat, incluso Cannibal Rat.

Pero fuera de bromas, por cada celebridad ratonil, hay entre 250.000 y 2 millones de roedores anónimos viviendo en la ciudad. Y el departamento de sanidad está tomando cartas en el asunto porque el problema puede ser muy grave. El año pasado, tres personas de un bloque del Bronx contrajeron leptospirosis a través de orina de rata. Sólo sobrevivieron dos.

Para combatir esta plaga, el alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, lanzó una iniciativa con un coste de 32 millones de dólares. El objetivo: eliminar las ratas de Nueva York, sobre todo en zonas hiper infestadas conocidas como «rat reservoirs».

Hay numerosas agencias municipales  concentrando sus esfuerzos en edificios de viviendas públicas. Se están arreglando sótanos de tierra, bloqueando pasadizos y ampliando el número de trampas y veneno. También se aplica hielo seco a los sistemas de madrigueras de ratas, lo que las asfixia de forma efectiva cuando se libera el dióxido de carbono al derretirse el hielo.

Los cazadores de ratas: cuestión de instinto

Pero cuando todo esto falla, hay un grupo de cazadores de ratas preparado para actuar. Cuando anochece, aparece la brigada conocida como «The Ryders Alley Trencher-Fed Society” o su forma abreviada: R.A.T.S. Estos cazadores deambulan por las calles y contenedores de la parte baja de Manhattan, manteniendo vivos los instintos de sus perros y la práctica ancestral de la caza.

Esta brigada canina lleva tres décadas cazando ratas con sus perros. Dicen haber matado miles de ratas. Y viendo las imágenes de cómo trabajan estos pequeños valientes caninos, no cabe duda de que hacen un buen trabajo. ¡Aunque bastante desagradable!