Olfato canino contra el contrabando de pargo rojo

Perros detectores de Pargo Rojo y pescado ilegal en la Costa del Golfo (EEUU)

El Departamento de Recursos Marinos acaba de finalizar el entrenamiento de dos perros para la detección de peces y pescado ilegal en las embarcaciones.

Se trata de dos agentes caninos, dos Springer Spaniels, que deberán localizar con su olfato los peces almacenados en los barcos de pesca.

La idea de utilizar perros surgió a raiz del aumento de pescadores que intentan pasar pescado de contrabando, ya que encuentran que la temporada de pesca es muy corta y los límites de pescado que pueden recoger les parece escasa.

Un reto para el olfato canino

La ley permite pescar y subir el pez a bordo pero luego hay que devolverlo al agua. Lógicamente el olor del pescado permanece en la embarcación, complicando el trabajo de estos perros, que deben localizar el pescado almacenado y obviar el resto de olores.

Igual que ocurre con los perros detectores de droga, la gente además intenta envolver el pescado con cinta adhesiva o posos de café, pero para los perros ésto no supone ningún problema a la hora de detectarlo.

Los dos agentes caninos finalizaron su entrenamiento en febrero y ya han comenzado a intervenir en operaciones reales. El Springer Spaniel es una raza muy valorada en Gran Bretaña como perros detectores de explosivos y drogas. Además, a la hora de subir a las embarcaciones, no resultan intimidatorios como podría ocurrir con razas de mayor envergadura.

Su objetivo principal es disuadir de la práctica de esta actividad ilegal antes de que ocurra y agilizar el proceso de inspección que tienen que realizar los agentes obligatoriamente.

Estos canes son capaces de detectar el pargo rojo y otras especies clasificadas de pesca deportiva.