El Olor Humano: Cómo Influye en el Trabajo de los Perros de Búsqueda

La ciencia detrás del olor humano y su relevancia para los equipos caninos, desde su duración en el terreno hasta los factores que lo transforman

Olor humano

El olfato de un perro de búsqueda o detector es una herramienta asombrosa, capaz de rastrear a una persona en el terreno o identificar su presencia en un objeto mucho después de que haya desaparecido. Pero, ¿qué sabemos realmente sobre el olor humano? ¿Cuánto tiempo persiste en diferentes superficies y cómo cambia con el tiempo? En este artículo, exploramos la ciencia detrás del olor humano y su relevancia para los equipos caninos, desde su duración en el terreno hasta los factores que lo transforman.

¿Qué es el olor humano?

El olor humano es una «huella olfativa» única, creada por una mezcla de compuestos orgánicos volátiles (COVs) que emitimos a través del sudor, las glándulas sebáceas y el microbioma de nuestra piel. Esta combinación varía de persona a persona debido a la genética, la dieta, las hormonas y el estado de salud, lo que permite a los perros distinguir entre individuos con una precisión asombrosa. Para los perros de búsqueda, este olor es como una firma que pueden seguir, ya sea en un rastro fresco o en una prenda abandonada.

¿Cuánto dura el olor humano en el terreno?

Cuando un perro sigue un rastro en el campo, la duración del olor humano depende de las condiciones ambientales. Estudios y experiencias prácticas muestran que, en un clima seco y fresco, un rastro puede ser detectable hasta 72 horas después de que una persona haya pasado por el lugar. Sin embargo, factores como la lluvia, el viento fuerte o el calor intenso pueden reducir este tiempo a solo unas pocas horas. La humedad dispersa los COVs, mientras que las altas temperaturas los volatilizan rápidamente.

Por ejemplo, un equipo canino trabajando en un bosque húmedo tras una tormenta podría enfrentarse a un rastro que desaparece en menos de 12 horas, mientras que en un día seco y sin viento, el mismo rastro podría mantenerse viable durante dos o tres días. Esto subraya la importancia de actuar rápido y conocer el entorno al desplegar perros de búsqueda en exteriores.

El olor humano en objetos: un rastro más duraderod

En objetos como ropa, herramientas o muebles, el olor humano puede persistir mucho más tiempo, especialmente en materiales porosos como el algodón. Investigaciones forenses han demostrado que los perros detectores pueden identificar a una persona a partir de una prenda hasta dos semanas después de recolectada, siempre que se almacene en un frasco de vidrio sellado. Incluso después de tres meses, análisis químicos han detectado rastros de COVs humanos en muestras bien conservadas.

Para los guías de estos equipos caninos, esto significa que los objetos son aliados clave en el entrenamiento y las operaciones. Una camiseta usada o un guante olvidado pueden convertirse en una herramienta efectiva para enseñar a un perro a reconocer un olor específico, siempre que se manejen con cuidado para evitar la contaminación cruzada.

Olor humano

Cambios en el olor humano: un desafío para los perros

El olor humano no es estático; cambia con el tiempo y las circunstancias. Estudios científicos han demostrado que el envejecimiento altera el perfil olfativo. Las personas mayores emiten menos compuestos intensos, como el 2-nonenal, lo que da a su olor un carácter más «neutro» en comparación con el de los jóvenes. Asimismo, las hormonas (pubertad, embarazo, menopausia) y la dieta (por ejemplo, el consumo de ajo o especias) modifican esta huella olfativa.

Para un perro detector, estos cambios pueden ser un reto. Un individuo cuyo olor se entrenó en una muestra tomada hace meses podría oler ligeramente diferente debido a una enfermedad reciente o un cambio en su microbioma cutáneo. Por eso, en caso de utilizar muestras de olor, se deberían renovar periódicamente y entrenar a los perros para adaptarse a estas variaciones.

Consejos prácticos para equipos caninos

El entrenamiento de un equipo canino de búsqueda de personas por olor de referencia es un proceso largo y complicado. No vamos a explicar aquí todos los procesos pero sí dar unos pequeños consejos prácticos, clave en esta especialidad:

  1. En el terreno: Es fundamental la activación inmediata de los equipos caninos que trabajan con perros de olor de referencia. entro de las primeras 24-48 horas, y evaluar el clima para ajustar las expectativas.
  2. Con objetos: Se recomienda recolectar las muestras en materiales porosos como algodón y guardarlas en recipientes herméticos de vidrio (nunca plástico, que puede absorber olores). Si es posible, refrigerarlas para prolongar su vida útil.
  3. Entrenamiento: Es importante exponer al perro a olores de personas en diferentes etapas de vida o condiciones para que aprenda a generalizar y no dependa de un solo perfil olfativo.

La ciencia al servicio del olfato canino

La combinación de investigaciones científicas y el instinto natural de los perros nos da una ventaja única en el trabajo de búsqueda y detección. Entender cómo persiste y cambia el olor humano permite a los equipos caninos optimizar sus estrategias, ya sea rastreando a una persona perdida en el monte o identificando a un sospechoso a partir de una pista física. El olfato de un perro sigue siendo una maravilla, pero conocer la ciencia detrás de su «materia prima» —el olor humano— nos hace aún más efectivos.

Programa ‘IsaylosDogs’ dedicado a este tema

Fuentes Consultadas

  • Mitro, S., et al. (2012). «The Smell of Age: Perception and Discrimination of Body Odors of Different Ages.» PLOS ONE, 7(5), e38110. [Estudio sobre cómo el olor humano cambia con la edad y su percepción.]
  • Curran, A. M., et al. (2005). «Comparison of the Persistence of Human Scent Volatile Organic Compounds on Clothing.» Journal of Forensic Sciences, 50(4), 802-808. [Análisis de la duración del olor humano en tejidos y su detección química.]
  • Prada, P. A., & Furton, K. G. (2008). «Human Scent Evidence: Collection and Canine Detection.» Forensic Science Review, 20(2), 81-94. [Investigación sobre la recolección de olor humano y su uso en rastreo canino.]
  • Yamazaki, S., et al. (2010). «Odor Associated with Aging.» Anti-Aging Medicine, 7(6), 60-65. [Estudio químico sobre compuestos como el 2-nonenal en el olor de personas mayores.]
  • Hudson, R., et al. (2009). «The Effect of Hormonal Changes on Human Body Odor.» Chemical Senses, 34(6), 567-573. [Exploración de cómo las hormonas alteran el olor humano.]

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