Un perro que detecta una dañina bacteria en los hospitales
Angus está entrenado para detectar la dañina bacteria Clostridium difficile, responsable de numerosas muertes en los hospitales
El hospital general de Vancouver en Canadá recibirá muy pronto a un perro en sus instalaciones. Se trata de Angus, un springer inglés de dos años que ha sido entrenado para detectar la dañina bacteria Clostridium difficile, un microbio responsable cada año de numerosas muertes.
Angus es un perro destinado a salvar vidas gracias a su olfato. Ha sido entrenado durante 18 meses para detectar una bacteria que puede ser mortal: el Clostridium difficile. Este germen afecta a los pacientes sometidos a tratamiento con antibióticos, sobre todo a los ancianos. Provoca una diarrea noscomiaol, llegando a provocar una perforación de colon, nuevas operaciones quirúrgicas o incluso la muerte.
El paciente afectado por la bacteria a menudo libera en sus heces un olor particular. Pero si el personal médico no tiene el olfato suficiente para detectar la presencia de la bacteria, Angus, el joven springer inglés, se encargará de identificarlo.
Es el único perro de Canadá capaz de detectar la presencia de este microbio, no sólo en las heces, también olfateando el suelo, las paredes, las superficies… y los pacientes, con un simple olfateo.
Angus tras las huellas de Cliff, un beagle precursor
En el hospital general de Vancouver, Angus comenzará por olfatear los lugares donde haya pocos elementos que puedan distraerle, como las habitaciones desocupadas, las salas médicas y los pasillos. El perro, que comenzará su trabajo en agosto de 2016, ha sido entrenado por su guía Teresa Zurberg, una entrenadora de perros detectores de drogas y explosivos.
Teresa fue tratada por una herida en la pierna y contrajo la bacteria durante su estancia en el hospital, llegando a estar muy enferma. Su marido leyó un artículo en el que contaban que un perro en Amsterdam detectaba el Clostridium difficile en casa de los pacientes y preguntó a Teresa si podría enseñar a un perro a hacerlo. Así que, partiendo del modelo de Cliff, un beagle de dos años, Angus aprendió a detectar la bacteria con un método de entrenamiento basado en la recompensa y el juego.
Para señalizar que ha detectado su objetivo, Angus se comporta como un perro detector de drogas o explosivos. Se tumba justo delante del lugar en el que se encuentra la bacteria. Y una vez Angus ha identificado el lugar, el germen podrá ser eliminado con ayuda de luz ultravioleta, evitando así su propagación y la contaminación de los pacientes.
Una dañina bacteria, cada vez más extendida
En los últimos años el número de personas afectadas por el Clostridium difficile ha aumentado considerablemente, provocando un aumento de la mortalidad. En Canadá, 700 personas son tratadas cada año en Vancouver debido a casos de infecciones relacionadas con esta dañina bacteria. El microbio, particularmente contagioso, se transmite fácilmente entre pacientes de un hospital o residentes de un hogar de ancianos.
Afortunadamente hoy día contamos con las magníficas cualidades de nuestros detectores de cuatro patas para ayudar también en los hospitales a encontrar esta bacteria o incluso células cancerígenas.
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