¿Los perros se contagian o contagian COVID?
Saber si los perros se contagian o contagian COVIDes ya pregunta obligada, más cuando continúan apareciendo proyectos con perros detectores. Si hay una mínima probabilidad de que se contagien o nos contagien, ¿es seguro continuar con este tipo de proyectos?
En este artículo no vamos a suponer nada, ni vamos a imaginar, ni vamos a especular. Vamos a aportar datos. Una análisis sobre si los perros se contagian o contagian COVID. Porque a día de hoy continúan apareciendo proyectos que aseguran estar entrenando perros para detectar COVID.
Ya se hace obligado un paréntesis en este único aspecto: el riesgo.
Lo que dice la comunidad científica
La OMS lo deja bien claro. Sí hay conocimiento de casos en los que animales y mascotas de pacientes con COVID-19 han resultado infectados. También informan de que existe la posibilidad de que algunos animales resulten infectados por contacto estrecho con personas infectadas. Y admiten que hacen falta más estudios para obtener más datos y confirmar si las mascotas pueden propagar la enfermedad.
Por otro lado, la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE), organismo intergubernamental responsable de mejorar la sanidad animal en todo el mundo, está elaborando orientaciones técnicas dirigidas a servicios veterinarios y expertos técnicos para abordar cuestiones especializadas como las pruebas de detección y la cuarentena. Y advierten que los perros parecen ser susceptibles a la infección, aunque menos que los hurones y los gatos. Y añaden: «Las personas que se sospecha o se ha confirmado que están infectadas por SARS-CoV-2 deben minimizar el contacto cercano con animales«.
En otro estudio publicado en Veterinary research Communications el 14 de septiembre, se examinó la posible incidencia de este coronavirus en perros. El resultado indica claramente que «los perros son menos susceptibles a la infección por SARS-CoV-2». Y que cerdos, gallinas y patos, tras ser sometidos a experimentos similares que los perros, no se infectan. Y concluyen que «aunque hay pocos reportes sobre si el SARS-CoV-2 se puede trasmitir de humanos animales, se recomienda que, tanto individuos confirmados o sospechosos de COVID-19, restrinjan el contacto con mascotas u otros animales, hasta que haya más información disponible sobre la transmisión.»
Además, desde CDC – Centers for Disease Control and Prevention advierten que algunos coronavirus que infectan animales se pueden transmitir a los humanos y entre humanos, aunque es poco común. Admiten que no hay pruebas de que los animales jueguen un papel importante en la transmisión del virus que causa la COVID-19. Y, basándose en la limitada información disponible, el riesgo de que los animales propaguen COVID-19 a las personas se considera bajo. Aunque advierten que hacen falta más estudios para comprender mejor cómo podrían resultar afectados los animales.
A su vez, la Asociación Mundial de Veterinarios de Pequeños Animales (WSAVA) incluyó en sus recomendaciones sobre coronavirus y perros algunas prácticas como lavarse las manos con frecuencia y el uso de mascarillas, en el caso de humanos contagiados.
¿En qué lugar deja todo esto a los proyectos que utilizan perros para detectar COVID-19?
¿Por qué seguir con perros si ya hay tests rápidos?
Todo lo anterior son pruebas de que los perros se contagian. Un riesgo bajo pero un riesgo al fin y al cabo. Y sabiendo todo esto, ¿cómo es posible que aún hoy continúen apareciendo noticias de que hay perros entrenándose para detectar personas infectadas por COVID? Algunos incluso afirman estar trabajando con muestras de sudor de pacientes. ¿Qué garantías tienen de que los perros no resulten infectados o de que esos perros no transmitan el coronavirus a sus guías o a otras personas? No hay garantías, nadie las tiene aún.
Lo más preocupante es que algunos de estos proyectos lanzan afirmaciones que van más allá de lo que se supone que se sabe a nivel global sobre cómo afecta este coronavirus en animales. Y algunos envían pseudo estudios a algunas páginas que los publican con la falsa apariencia de estudio. Pero no son más que datos aportados por quienes están en el proyecto.
Por lo anteriormente expuesto y por el resto de dudas que tenemos sobre este tipo de proyectos y que llevamos meses exponiendo, la cuestión se agrava considerablemente. Y el cuestionamiento en este sentido del riesgo hacia los perros, ya es obligado.
Y hay una razón más: actualmente ya existen tests rápidos, que en 15 minutos nos dan resultados. Ahora la pregunta es: ¿Por qué seguir insistiendo en involucrar perros en este tipo de proyectos?
A nivel mediático, no hay duda: es llamativo y está vendiendo, a medios escritos y audiovisuales, redes… Pero los datos están ahí.
EDICIONES/ACTUALIZACIÓN
23/07/2020: El profesor Jose Manuel Sanchez-Vizcaíno, financiado por el ISCIII, ha puesto en marcha el proyecto Estudio del potencial impacto del COVID19 en mascotas y linces. Se llevará a cabo un amplio análisis (epidemiológico, serológico y virológico) de las cuatro especies animales potencialmente sensibles (gatos, hurones, perros y linces) más asociadas, hasta la fecha, al COVID19. Dicho estudio permitirá obtener la primera evaluación en nuestro país del papel de estas especies como posible fuente de infección o reservorios del SARS-Cov-2. El impacto esperado es de gran relevancia ya que se desconoce qué papel pueden jugar las mascotas como reservorio y potencial liberación del SARS-CoV2.
11/05/2021: Más del 95% de los positivos detectados en gatos y perros son de contagios por contacto con sus propietarios o cuidadores que padecían Covid-19
«Desde el punto de vista de Sanidad animal es importante destacar que, aunque los animales estudiados son susceptibles a la enfermedad no suelen mostrar sintomatología o si lo hacen suele ser muy leve. Desde el punto de vista de salud pública, los datos iniciales obtenidos no indican capacidad de transmisión significativa, aunque este aspecto se siguen valorando con más estudios.»
26/05/2021: Un caniche gigante, primer positivo en España de variante británica en un perro asintomático
Octubre 2023: Un nuevo estudio indica que incluso perros asintomáticos infectados con SARS-CoV-2 pueden desarrollar cambios neuropatológicos en el cerebro
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