Perros de la Gendarmería se preparan para la Eurocopa 2016

Clavo es un pastor belga malinois de dos años que se entrena en la detección de explosivos en el aeropuerto de Lille-Lesquin (Francia). Pertenece a la Gendarmería de Transportes Aéreos (GTA) y le quedan aún algunas semanas para estar totalmente preparado para su próxima gran misión: la Eurocopa 2016 de fútbol.

Su guía, la gendarme Amandine Faivre, explica que se jugarán diez partidos en Lille y Lens, así que ambos van a tener mucho trabajo. Tiene 27 años y es su primera experiencia en un equipo cinológico. Ella y Clavo han recibido una formación especial fundamental: la búsqueda de productos explosivos en personas en movimiento.

La eficacia de Clavo debe ser óptima. Es necesario que se adapte a la situación porque deberá detectar a cualquiera que lleve explosivos en medio de una muchedumbre.

Los perros detectores, cada vez más solicitados

De los cuatro equipos cinológicos del Norte, dos tienen su base en el aeropuerto. Y en el contexto actual de amenaza de atentados, los perros cada vez son más solicitados para inspeccionar el equipaje.

Clavo ya ha tenido su bautismo de fuego. El pastor malinois ha tenido que inspeccionar todas las áreas de descanso y estaciones de servicio en el trayecto de Salah Abdeslam, incluyendo el de La Sentinelle, cerca de Valenciennes de la autopista A2, para tratar de localizar el famoso cinturón de explosivos, tras los atentados de Paris en noviembre de 2015.

Los perros buscan para obtener su juguete

El juego es la base del entrenamiento de estos perros. El principio es la asociación de un juguete con un olor. Y cuando el perro encuentra lo que está buscando, se tumba, se sienta o incluso puede señalizar de pie.

En la gendarmería se organiza una especie de ceremonia de unión para oficializar el vínculo entre el perro y su guía. Y ese vínculo permanece durante toda su carrera. Un guía puede tener dos perros pero un perro no puede tener más de un guía.