Algunos perros de trabajo podrían sufrir pérdida auditiva a causa de los sonidos fuertes
El entrenamiento de los perros de trabajo, según la especialidad, puede incluir la habituación a los sonidos fuertes. Perros militares, perros policía, perros de caza. ¿Sabemos hasta qué punto podrían sufrir una pérdida auditiva considerable?
Una pérdida auditiva en un perro puede ser de nacimiento o provocada por una enfermedad, inflamación o por la edad. Pero también podría ser causada por la exposición a un sonido fuerte.
Un estudio realizado en 2019 entre el La Universidad de Illinois (EEUU) y el Departamento de Neurología/Neurocirujía de Suffolk (Reino Unido), describía casos de pérdida auditiva en tres perros de trabajo. Un perro de caza, un perro de rastro y un perro policía.
Uno de los tres perros llegó a tener una pérdida auditiva permanente, otro respondió a un tratamiento y el tercero no regresó al centro donde se le diagnosticó para realizar el seguimiento.
Según Kari Foss, los estudios realizados han demostrado que la proximidad continuada de un perro a disparos o sonidos fuertes, podría ocasionarle algún trastorno auditivo. Por esta razón, los expertos recomiendan la posibilidad de considerar utilizar una protección para los oídos caninos.
¿Por qué se produce una pérdida auditiva?
Del mismo modo que en los humanos, la exposición a sonidos fuertes puede dañar las delicadas estructuras del oído medio e interno del perro.
Según esta experta, «con mayor frecuencia, la pérdida auditiva inducida por el ruido resulta del daño a las células ciliadas de la cóclea que vibran en respuesta a las ondas sonoras». Al parecer el ruido extremo también puede dañar el tímpano y los huesos pequeños dentro del oído interno.
Foss añade que cuando hay una pérdida auditiva en un perro, los guías o cuidadores suelen notarlo, ya que deja de responder a los sonidos o comandos. Pero es fácil pasarlo por alto, sobre todo cuando se trata de guías que tienen varios compañeros caninos.
En cuanto a los cachorros, explica que puede que los indicios de una sordera congénita no sean perceptibles hasta que se retire de la camada.
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Habituar pero también proteger
Ahora la cuestión es, sabiendo este dato, cómo evitar que ocurra esta pérdida auditiva, sin perder la necesidad de habituación a estímulos sonoros fuertes.
Lo primero es tener claro que no debemos exponer al perro innecesariamente. Y, como todas las habituaciones, debe realizarse de forma progresiva, cuidando cada detalle durante el proceso.
Una vez realizado el proceso, se puede recurrir a protecciones auditivas para que el perro no esté permanentemente sometido a estos estímulos. Ya que, a la larga, además de la pérdida auditiva, podría desembocar en una sensibilización por exceso de estimulación, que tiraría por tierra todo el trabajo.
Desde 2019, el ejército de Estados Unidos comenzó a equipar a sus perros con una serie de protectores auditivos para proteger a los perros durante las misiones. Estas protecciones son muy parecidas a las que utilizamos los seres humanos. Y están adaptadas a su anatomía de forma que no molestan en sus movimientos, evitando la pérdida auditiva.
El sistema se conoce como Canine Auditory Protection System y por el momento parece que sólo está disponible para militares estadounidenses y equipos de primera intervención.
Cómo saber si hay una pérdida auditiva
Estos son algunos síntomas de pérdida auditiva en los perros: no responder cuando se les llama, no despertarse con sonidos que normalmente los despertarían, sobresaltarse con ruidos fuertes que antes no les molestaban, ladrar en exceso o emitir sonidos vocales inusuales. Los perros con sordera en un oído pueden responder a las órdenes, pero pueden tener dificultades para localizar la fuente de un sonido.
La veterinaria recomienda que, si los dueños de mascotas piensan que su mascota está experimentando pérdida de audición, deben visitar a un veterinario para que evalúe al animal. “La pérdida auditiva derivada de infecciones del oído, inflamación o pólipos en el oído medio puede tratarse y, en muchos casos, resolverse”, comenta.
Los perros sordos o con discapacidad auditiva pueden perder pistas sobre posibles amenazas en su entorno. «Son vulnerables a peligros no detectados como los vehículos motorizados o los depredadores y, por lo tanto, deben ser monitoreados cuando están afuera», advierte.
Si la pérdida auditiva es permanente, los dueños de perros pueden encontrar formas de adaptarse. «Los propietarios pueden usar el contacto visual, las expresiones faciales y las señales con las manos para comunicarse con sus mascotas», indica.
No obstante, Foss afirma que la pérdida de audición no parece afectar la calidad de vida de los perros. «Un perro con pérdida auditiva congénita crece completamente sin darse cuenta de que son diferentes de otros perros «, apunta. «Los perros que pierden la audición más adelante en la vida pueden ser más conscientes de su pérdida auditiva, pero se adaptan bastante bien. La vida de un perro se vería significativamente más afectada por la pérdida del olfato que por la pérdida de la audición».
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