Los perros de drogas también se enfrentan a peligros
Los perros detectores de drogas también se enfrentan a peligros a la hora de realizar su trabajo
Cuando los agentes de policía sospechan que alguien esconde drogas, llaman a un agente canino para que olfatee el potencial delito. Pero olfatear una gran bocanada de olor de algunas drogas podría matar a un perro.
Esto es lo que afirma el teniente L.V.Firmi, comandante de la sección de patrulla criminal en el puesto de Bucyrus de la Patrulla de Autopistas de Ohio.
Avances recientes en la industria ilícita de opiáceos ha causado una gran preocupación entre los guías caninos. Hay nuevas drogas como el fentanilo y el carfentanilo, que son mucho más fuertes que la heroína, lo que hace que los perros sean altamente susceptibles incluso a la menor exposición a estos olores.
Firmi asegura que incluso si el perro lo tocara con la nariz, el producto podría ser absorbido a través de la piel, provocando severas reacciones, igual que le ocurriría al guía si lo tocara.
El Sheriff del Condado de Crawford, Scott Kent, afirma que el pasado agosto su agencia compró un perro detector de drogas para ayudar en la detección de narcóticos. La decisión se basó en la forma en que la heroina ha entrado en los vecindarios y comunidades, lo que les ha obligado a buscar más medios para combatirlo.
Pero con la presencia de fentanilo y carfentanilo, Kent ha tenido que informarse para saber si la administración de Naloxona es segura para el perro, en caso de que accidentalmente entrara en contacto con cualquiera de estas sustancias potencialmente mortales. En este momento están investigando sobre el asunto. Y hay veterinarios disponibles las 24 horas al día, en caso de que ocurriera algo así.
Los agentes caninos están entrenados para detectar marihuana, metanfetaminas, cocaína y heroína, así como sus derivados, como el crack. Este amplia variedad de olores les hace muy valiosos en muchas situaciones. Pero tienen que tener mucho cuidado cada vez que encuentran heroína en polvo o cualquier narcótico en polvo que el perro pudiera ingerir a través del olfato.
No es un problema nuevo
Aunque las nuevas sustancias son más potentes que otras, las antiguas también podrían ser peligrosas para los perros. La idea de que los caninos pudieran potencialmente ingerir una sustancia dañina no es nada nuevo. Esta posibilidad está ahí desde que se comenzaron a utilizar los perros detectores de droga. Por eso los agentes chequean primero la zona, para asegurarse de que no hay nada que el perro pudiera ingerir accidentalmente.
Una vez que los perros comienzan a olfatear en una zona, los guías les mantienen atados y les enseñan exactamente dónde quieren que busquen. Una vez que el perro olfatea una droga que está entrenado a reconocer, se lo indica a su guía, con el fin de obtener la recompensa.
Dado que los perros trabajan con el fin de obtener un premio y no porque estén luchando contra el crimen, no hay forma de enseñarles a tener cuidado con las drogas que pudieran hacerles daño. Y como no están entrenados para reconocer el fentanilo, carfentanilo y los productos farmacéuticos, no tienen ni idea de lo estrechamente relacionadas que están estas sustancias con la heroína.
A pesar de los peligros, Firmi afirma que los perros siguen siendo una de las mejores herramientas que los agentes de la ley tienen para mantener las drogas peligrosas fuera de la calle. Y este esfuerzo se ha acrecentado en los últimos meses, consiguiendo que desde 2015 a 2016, los arrestos relacionados con las drogas en el Condado de Crawford hayan aumentado un 25 por ciento.
Fuente: www.bucyrustelegraphforum
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