Por qué perros no entrenados localizan a desaparecidos
No es raro encontrar noticias de perros no entrenados para buscar personas que han encontrado a desaparecidos. Y no es sorprendente, pero que nadie se llame a engaños: es olfato canino… y sobre todo, es azar, suerte
Ha vuelto a ocurrir. Perros no entrenados, localizan a una persona que llevaba tiempo desaparecida. En este último caso ha sido una mujer que llevaba casi un mes desaparecida. Y la habían estado buscando desde entonces, sin éxito. Efectivos de Guardia Civil, Policía Local, perros de rastreo del Grupo Cinológico de Ourense, decenas de voluntarios de Protección Civil de varias localidades, drones de la Axencia Galega de Emerxencias, y familiares y vecinos de Sigüeiro.
Desde el primer momento el dispositivo de búsqueda se centró en el cauce del río Tambre. Fueron semanas de extensas batidas que llegaron hasta Chaián y hasta la desembocadura del Tambre. Pero no hubo resultados, hasta que casi un mes después, una mujer que paseaba con sus perros encontró el cuerpo.
Según la propietaria de los perros, aquel día paseaba cerca del río por una zona de difícil acceso. Fue entonces cuando los canes parecieron interesarse por un olor. Al acercarse, pudo ver a unos cinco metros de la orilla, lo que parecía un cuerpo atrapado entre unas ramas. Hizo una foto y al ampliarla confirmó que era una persona. Así finalizó esta desesperada búsqueda que había mantenido en vilo a los servicios de emergencia.
La cuestión que surge, cuando se leen ciertos titulares y noticias en algunos medios, es la importancia que se le da al hecho de que hayan sido los perros. Incluso en uno de ellos se dice ‘Ni los drones, ni decenas de voluntarios o equipos acuáticos encontraron pista alguna en un mes’.
Y por eso, conviene aclarar esta cuestión. Porque podría dar lugar a pensar -y de hecho así se plasma en las redes- que cualquier persona con un perro, puede localizar a una persona desaparecida. Y lo que es peor aún, que los efectivos del dispositivo de búsqueda no hicieron bien su trabajo.
Todos los perros tienen un excelente olfato
Y además saben utilizarlo muy bien. Es instintivo. Y a cualquier perro, el olor de un cadáver, ya sea humano o de otro animal, le llamará la atención. Lo difícil es que busque lo que nosotros queremos, cuando nosotros queremos, y que ignore cualquier distracción. Y por eso hay que especializarse, algo no precisamente fácil.
Otro factor importante: si un equipo canino de olor genérico -no de olor de referencia- trabaja en una zona donde no está el cuerpo, y da la zona por limpia, ha realizado un trabajo perfecto. Por cierto, muy complicado.
Con esto claro, queda por determinar si la persona se encontraba todo el tiempo en el mismo lugar, algo difícil, tratándose, como en este caso, de un río. El cuerpo puede ser desplazado por la corriente. Y, teniendo en cuenta los procesos de la descomposición, flotaría dos o tres días y después se hundiría, permaneciendo sumergido hasta que los gases producidos en la putrefacción, hacen que el cuerpo flote.
Por tanto, es indudable que la suerte es el factor determinante para que se produzcan estas localizaciones.
¿Y los perros de los cazadores?
Algo parecido hemos visto con relativa frecuencia en el caso de los perros de cazadores, que no están entrenados para buscar personas pero a veces son los que localizan a un desaparecido. En este caso los perros tienen muy claro eso de buscar y, además, llevan guías que conocen perfectamente a sus animales. Y eso unido a que en sus desplazamientos baten grandes zonas, incluso con frecuencia. Pero el factor suerte también juega su papel aquí, porque si la persona desaparecida no está en la zona por la que se encuentran, no encontrarán nada.
Aquí es interesante apuntar que, de estar colaborando con un dispositivo de búsqueda, no deberían darse por ‘limpias’ las zonas que baten los cazadores con sus perros. Porque no están capacitados para ese tipo de búsquedas y aunque la persona estuviese en la zona, es fácil que los perros la ignoren. No hay que olvidar que sus perros no están entrenados para esa labor, sino para la caza, algo muy diferente.
Simplemente realizarían una labor de colaboración, igual que hacen vecinos y voluntarios a pie, en bicicleta, a caballo, etc… Con la ventaja de que perros y guías están acostumbrados a buscar.
Algo similar ocurrió en el caso de Blanca Fernández Ochoa, cuyo cuerpo fue localizado por un perro detector de drogas.
Entrenamiento y grupo: sí o sí
El entrenamiento de un equipo canino, dentro de un grupo, es necesario sí o sí. No hay duda ni cuestionamiento en este aspecto. Además, el equipo debe estar capacitado de forma individual y también como grupo, para realizar un trabajo operativo.
También es necesario un dispositivo de búsqueda, bien coordinado y que sepa utilizar los recursos disponibles. Equipos caninos, medios aéreos y terrestres, drones, vecinos, familiares, cazadores… Es fundamental que se cuente con todos los recursos, empleándolos de la forma más eficaz y desde el primer momento.
Por desgracia suele ocurrir que no existe tal dispositivo de búsqueda o no está bien coordinado. Y sobre todo, que no se conoce la labor que realiza cada equipo interviniente, como es el caso de los equipos caninos. Se desconoce lo que son perros de olor de referencia, de olor genérico y, por tanto, no se les activa cuando corresponde -desde el primer momento-, ni de la mejor manera. También es cierto que en algunas búsquedas los equipos caninos no están capacitados o bien entrenados y no localizan a la persona, aunque esté en la zona.
Por eso, la gran demanda sigue siendo la regulación de los equipos y grupos caninos. Y que los dispositivos de búsqueda se establezcan cuando y como corresponde, y bajo el mando de personas con amplios conocimientos en este campo. Y que las localizaciones no se realicen gracias al azar, sino a un trabajo bien hecho, desde el minuto uno.
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