Perros para detectar memorias USB ocultas

La policía de Nueva York entrena a perros para encontrar memorias USB mediante el olfato

Las tarjetas de memoria, las memorias USB, los discos duros externos, son cada vez más pequeños. Es un importante avance tecnológico que nos permite almacenar gran cantidad de información en un dispositivo pequeño, como un teléfono móvil. Pero también es una ventaja para los delincuentes, que pueden esconder fácilmente en cualquier sitio una tarjeta de memoria o un lápiz USB con las pruebas de su delito.

Es por eso que la policía de Nueva York está trabajando con perros adiestrados de para localizar memorias informáticas ocultas mediante el olfato.

Al parecer esto es posible gracias al descubrimiento de un agente químico muy especifíco, presente en tarjetas de memoria, dispositivos USB y otros sistemas de almacenamiento, que los perros pueden detectar mediante el olfato.

Este elemento químico rastreable, descubierto por un científico forense llamado Jack Hubball, está presente en los dispositivos de almacenamiento pero no en otro tipo de hardware informático, de ahí su importancia.

Es sabido que cierto tipo de delincuentes, como los pederastas, defraudadores, hackers, terroristas, etc, esconden las pruebas del delito en tarjetas de memoria o pequeños dispositivos USB que esconden tras las paredes de su casa o en los lugares más insospechados.

Selma y Thoreau son los dos primeros perros adiestrados capaces de detectar esta sustancia química presente en las memorias informáticas. Ya han sido utilizados en varias inspecciones y han conseguido localizar dentro de una máquina de coser, una tarjeta de memoria que contenía pornografía infantil.

Los perros también son capaces de detectar lugares en los que hayan permanecido escondidos estos dispositivos, aunque ya no estén ahí, porque dejan rastro.

El objetivo de Jack Hubball ahora es localizar un elemento químico, detectable por los perros, que aparezca en las pantallas de cristal, para detectar teléfonos móviles ocultos.