Piden que restos humanos sobrantes de intervenciones quirúrgicas se utilicen para entrenamiento de perros detectores
Los académicos de Reino Unido piden una ‘body-farm’ europea donde llevar los restos humanos que quedan tras las operaciones quirúrgicas, para ayudar al entrenamiento de perros de cadáver
Los científicos forenses deberían poder utilizar partes del cuerpo humano que quedan tras las operaciones quirúrgicas para ayudar al entrenamiento de perros de búsqueda de restos humanos.
Es la sugerencia que realiza un importante académico. Y lo amplía a los equipos caninos de detección de cadáveres y restos humanos.
La controvertida propuesta sugiere que los pacientes que se someten a procedimientos médicos como amputaciones o implantaciones de prótesis, puedan realizar la donación voluntaria de las partes o tejidos que sobran para destinarlos a la llamada ‘granja de cadáveres’ o ‘body farm’. Así, científicos y guías caninos podrían recrear las condiciones en las que puede encontrarse un cadáver para ayudar a entender mejor cómo se descomponen los cuerpos y lograr las condiciones necesarias para que los especialistas realicen sus prácticas.
Hasta la fecha, los perros de cadáveres en en Reino Unido, cuyo papel es de vital importancia a la hora de ayudar a la policía a localizar los cadáveres, se entrenan utilizando cerdos muertos. Y los especialistas forenses están convencidos de que su labor sería mucho más eficaz si tuvieran la oportunidad de entrenar utilizando tejido humano.
Un caso que se publicó en PerrosdeBusqueda tiene mucho que ver con esta propuesta: un hombre donó su pierna amputada para que los equipos caninos de detección de cadáveres y restos humanos pudieran entrenar. Esto ocurrió en EEUU, en Reino Unido eso no sería posible y en España tampoco.
Las ‘body farms’ en EEUU
En Estados Unidos, el FBI tiene en funcionamiento varias ‘granjas’ llenas de cuerpos, lo que permite a los científicos forenses y a los equipos de perros de detección trabajar con cadáveres en diferentes grados de descomposición y en diferentes condiciones. La primera ‘body farm’ se creó en la University of Tennessee, Knoxville en 1981 y 25 años después se crearon proyectos similares en Western Carolina University (2006), Texas State University (2008), Sam Houston State University (2010), Southern Illinois University, Carbondale (2012) y Colorado Mesa University (2013). Las seis funcionan como ‘granjas de cuerpos’ que aceptan donaciones humanas y hay planes para crear más instalaciones en Florida, Wisconsin y Pennsylvania.
Europa quiere tener su granja de cuerpos
Pero en Europa no existen este tipo de instalaciones y no sería mala idea empezar a pensar en cambiar la ley para permitir que se empiece a plantear una futura granja de cuerpos.
Algunos creen que esta propuesta de permitir las donaciones voluntarias de partes del cuerpo tras las intervenciones quirúrgicas se queda muy corta y que lo ideal sería disponer de cuerpos completos, como se hace en Estados Unidos, pero hay que empezar a recorrer el camino y si se consiguiera aunque sólo fueran estos restos humanos, sería un gran avance para el campo forense y para los equipos de búsqueda de cadáveres y restos humanos o biológicos.
Y no hay que olvidar que, si queremos que los resultados de los equipos con perros detectores tengan peso a nivel legal, es fundamental que se pueda demostrar su eficacia y, por tanto, su entrenamiento debe realizarse con la mayor precisión posible.
¿Y cómo se entrena en España?
En España sólo los equipos caninos de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad son los encargados de trabajar en casos de investigaciones criminales. Normalmente tienen a su disposición restos humanos reales, sangre, restos óseos, siempre con autorización judicial y hasta el momento de su destrucción, todo bajo estrictos controles. Incluso pueden disponer de algunos restos óseos para enterrarlos, comprobar su evolución y entrenar a los perros en las diferentes fases de descomposición.
Algunos grupos de voluntarios entrenan a sus equipos caninos en la detección de cadáveres pero, dado que es ilegal la utilización de restos humanos (que no provengan del propio equipo humano), deben entrenar utilizando cadáveres de cerdos o incluso pseudo olores. Aunque hay serias dudas en cuanto a la eficacia de este tipo de productos como sustituto del material humano real.
Sin duda sería una buena iniciativa que en España también se plantease esta propuesta y, en el futuro, poder contar con granjas de cuerpos a disposición de los científicos y de los equipos caninos de detección, facilitando el trabajo y mejorando la eficacia de los especialistas en su campo.
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