Proteo, el perro rescatista, no murió en un derrumbe
Proteo falleció durante la intervención de su unidad en las labores de rescate tras el terremoto de Turquía, ese es el triste hecho. Pero su muerte no fue por un derrumbe ni ocurrió trabajando. Por respeto a este animal y a cualquier otro perro de trabajo, este tema merece algunas aclaraciones y una preocupación por la causa de su muerte
Proteo era un perro de búsqueda de personas que viajó a Turquía junto a su guía y el resto de compañeros del Ejército Mexicano. El domingo 12 de febrero conocíamos la noticia su muerte, pero no se aportaba ningún dato sobre la causa. Esa misma tarde se realizaba un desfile en su honor.
Pero las causas de su muerte seguían sin conocerse. Algunos medios se lanzaron a afirmar que Proteo había fallecido cumpliendo con su deber, sepultado por un derrumbe mientras buscaba víctimas. Inmediatamente las redes se llenaron de palabras de cariño, lamentando su muerte pero agradeciendo que hubiese entregado su vida por tan noble causa.
Confirmado: no murió trabajando
Algunas personas preguntaron por la causa de la muerte de Proteo pero no recibían respuestas oficiales. Hasta que, a los pocos días, su guía el cabo Carlos Villeda Márquez explicaba durante una entrevista que la muerte del perro no fue por causa de un derrumbe y que no se encontraba trabajando, sino que ‘se debió a varios factores, sobre todo el viaje, el clima…’.
Esto contrasta definitivamente con la versión de que el pastor alemán ‘había sido seleccionado para ayudar en las labores en Turquía por su alto grado de adiestramiento por parte de la Sedena y por su experiencia en actividades de búsqueda y rescate de personas’.
A partir de ahí se desata la polémica y se alzan muchas voces pidiendo explicaciones. Algunos afirmaban que el perro ya tenía casi 10 años y que era demasiado para ir a una intervención de ese calibre. Todo esto podría quedar en una mera anécdota de malos entendidos, si no fuera porque hablamos de la muerte de un animal, un perro de trabajo, un perro al servicio del ser humano.
Y por respeto a Proteo y a todos los perros de búsqueda de personas, el tema merece algunas aclaraciones:
La edad máxima
Primero de todo hay que dejar claro que un perro en condiciones físicas normales puede ‘trabajar’ perfectamente en operaciones de búsqueda – incluso internacionales – con 10 años e incluso con más. La cuestión no es la edad sino las condiciones físicas del animal y de su entrenamiento.
Viajes y traslados
Es a través del entrenamiento como se prepara a estos perros para el largo viaje, los traslados en diferentes vehículos. Así, a la hora de llegar a la zona de trabajo, un perro bien preparado no va a tener ningún problema para empezar a trabajar.
El clima
Lo mismo ocurre con la climatología. Si el grupo/unidad se define como operativo, eso incluye una preparación para enfrentarse a situaciones climatológicas adversas, ya sea por elevadas o por bajas temperaturas, como era este caso. Que uno de los factores hayan sido las bajas temperaturas hace intuir que Proteo no se encontraba en buenas condiciones físicas.
Aún así, aunque el perro estuviese enfermo, afectado por tantos factores adversos, quizás habría bastado con dejarle descansar, recibiendo los cuidados necesarios que, como grupo operativo, debían tener a su alcance. Pero eso no lo sabemos.
Quizás hubo algo más, quizás enfermó durante el viaje o en su estancia allí. Y probablemente nunca lo sabremos, aunque el cuerpo del can fue devuelto a México donde le recibieron con todos los honores. Alguien podría haber pensado en realizar una autopsia y determinar, sin lugar a especulaciones, la razón de su muerte. Sobre todo por depurar responsabilidades y evitar que ocurra algo parecido en el futuro.
Perros de trabajo ¡bien cuidados!
Los perros de búsqueda de personas cumplen un cometido que puede conllevar unos riesgos. Gracias a su olfato se puede localizar a personas sepultadas en pocos minutos. Realizan una labor que sin ellos sería literalmente imposible. Cuando un perro de búsqueda de personas entra al escombro podría producirse un derrumbe y quedar sepultado. Pero jamás se le enviaría al escombro si la situación plantease un riesgo inminente de cualquier tipo.
Y como dato, en todos los años que llevamos con esta página, habiendo trabajado como guía de perros de búsqueda de personas, incluso en catástrofes y estando en contacto con guías y grupos de todo el mundo, no he conocido un solo caso de un perro de rescate que quedase sepultado bajo el escombro durante las labores de búsqueda.
No podemos afirmar ni desmentir que Proteo falleciera por negligencia, ya que son muy pocos los datos aportados oficialmente. Pero estos pocos datos preocupan porque de entrada, el guía es el responsable del cuidado de su propio can – si es que estaba en su mano cuidarlo (editado 02/03/23) -. Y el grupo operativo es el responsable de la seguridad de sus miembros, incluidos los caninos. Proteo formaba parte de un grupo supuestamente operativo para este tipo de intervenciones, por tanto debía viajar con todas las garantías de ir bien entrenado, preparado y supervisado en todo momento.
Si Proteo murió por culpa de una negligencia, las personas responsables deberían ser inhabilitadas de por vida para realizar labores con perros de trabajo, de ningún tipo. Los perros no eligen estar ahí, así que lo mínimo es exigir a sus responsables que velen por su bienestar.
Menos ‘héroes’ y mas medios
Ahora Proteo ya no está pero ya hay alrededor de su figura todo un espectáculo montado, hasta parece que le harán una estatua. Los medios, las redes, están inundados con miles de noticias, artículos, fotos, vídeos lacrimógenos, alabando la figura de Proteo. Son preciosos homenajes -mas o menos altruistas- a un animal que, sin saberlo, se ha convertido en un icono. Y todo recuerda demasiado a Frida, la famosa perra rescatista de la Marina mexicana.
Pero habría que preguntarse si todo esto ayuda de alguna forma a estos perros o si no deja de formar parte de ese circo humano en el unos son genuinamente solidarios y emotivos, pero otros aprovechan para hacer caja. Negocio, marketing, volvemos a hablar de lo mismo…
En cualquier caso es buen momento para volver a reclamar que no queremos volver a saber de perros de trabajo que no estén en las condiciones adecuadas. No queremos tanta noticia, ni homenaje, ni desfile, si después algunos de estos perros se encuentran en un lugar que no reúne las condiciones mínimas de bienestar, pasando frío, calor, sin salir durante días, incluso sin comida, sin agua. Ellos son los primeros ahora, no cuando ya no haya solución.
Deja aquí tu comentario (debe ser aprobado para que aparezca)