Investigadores idean un sistema más seguro para el entrenamiento de perros detectores
Los perros detectores podrían entrenar de un modo más seguro, sin exponerse a sustancias peligrosas. Dos proyectos idean un sistema para conseguirlo
A estas alturas ya nadie duda de la asombrosa capacidad de los perros para la detección de sustancias. Bien entrenado, un perro detector es el mejor sistema y no existe nada que lo iguale o se acerque a su eficacia. Ningún dispositivo, por muy avanzado que sea, ha conseguido acercarse a la eficacia del olfato canino. Pero para conseguir esa eficacia necesitan un férreo entrenamiento, con sustancias originales, que podrían entrañar cierto riesgo para ellos y para sus entrenadores.
Para evitar cualquier riesgo, la ciencia se ha puesto en marcha de nuevo y algunos investigadores han decidido centrarse en el material que se utiliza para el entrenamiento. Y en este sentido, no uno sino dos proyectos de investigación afirman haber desarrollado un medio más seguro para el entrenamiento de los perros detectores de sustancias peligrosas.
El proyecto ‘Auziker’, con firma española
Este proyecto, realizado por estudiantes de la la UPV/EHU de Bizkaia, ha desarrollado un producto que podría utilizarse como cebo para el entrenamiento en la detección de explosivos TATP.
Para ello, han desarrollado dos tipos de cebo: Hauts-TATP y Hodei-TATP. Consisten básicamente en un soporte inerte (el mismo en ambos) donde se ha adsorbido el explosivo. El Hauts-TATP retiene una pequeña cantidad de explosivo en polvo mientras que el Hodei-TAT únicamente tendría el aroma del explosivo, sin resto alguno. no tiene nada de explosivo, únicamente su aroma.
Según los propios investigadores, este sistema es más seguro, ya que el manejo de los cebos no es peligroso y cumple perfectamente su función, ya que en las pruebas realizadas, los perros los han detectado en un 95% de los casos. Y evitaría cualquier riesgo durante el entrenamiento de las unidades caninas de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.
El proyecto Auziker recibió en octubre el primer premio a la mejor idea empresarial en el concurso ‘Think Big 2020’.
El proyecto norteamericano
Científicos del NIST* han estado trabajando para dar una solución a este problema utilizando un material gelatinoso llamado polidimetilsiloxano, o PDMS para abreviar. El PDMS absorbe los olores y los libera lentamente con el tiempo. Sólo hay que meterlo en un recipiente con un explosivo o un narcótico durante unas semanas hasta que absorba el olor, y podrá usarse entonces para entrenar de forma segura al perro para detectar el objeto real.
Sin embargo, esas semanas de espera es mucho tiempo, y ahora, los investigadores del NIST han desarrollado una forma más rápida de impregnar el PDMS con vapores.
En la revista Forensic Chemistry describen los compuestos de calentamiento que se encuentran en los explosivos; provocando que liberen vapores más rápidamente. Después capturan esos vapores con el PDMS que se mantiene a una temperatura más fría, lo que permite absorber estos vapores de forma inmediata.
Este método de doble temperatura consiguió reducir el tiempo que se tardaba en «cargar» estos artículos de entrenamiento de PDMS de unas semanas a unos pocos días. “Este ahorro de tiempo puede ser crítico”, dijo el químico investigador del NIST Bill MacCrehan. «Si los terroristas están utilizando un nuevo tipo de explosivo, no querrá esperar un mes para que estos artículos de adiestramiento estén listos».
Para este experimento, MacCrehan impregnó PDMS con vapores de dinitrotolueno (DNT), que es un contaminante de bajo nivel presente en los explosivos de TNT, y el principal olor al que los perros responden cuando detectan TNT. También impregnó PDMS con vapores de una pequeña cantidad de TNT.
Los coautores de la Facultad de Medicina Veterinaria de la Universidad de Auburn demostraron que los perros detectores reaccionaban a estos elementos de entrenamiento de PDMS impregnados con DNT como si fueran TNT real.
Mientras que este estudió se centró en el DNT como prueba conceptual, MacCrehan explica que cree que el método de la doble temperatura funcionaría también con otros explosivos y narcóticos como el fentanilo. Algunas formas de fentanilo son tan potentes que con solo inhalar una pequeña cantidad puede ser perjudicial o incluso fatal en humanos y perros. Sin embargo, controlando la cantidad de vapor que absorbe el PDMS, según MacCrehan, sería posible crear artículos de entrenamiento de fentanilo que fuesen seguros.
Existen ya otros recursos de entrenamiento seguro. Algunos se preparan disolviendo explosivos, cuya solución se aplica en perlas de cristal, por ejemplo. “Sin embargo la mayoría no han sido ampliamente aceptadas en la comunidad de perros detectores debido a que su efectividad no ha sido probada”, expone Paul Waggoner, coautor y codirector del Programa de Ciencias sobre Destrezas Caninas de Auburn. “Si introduces un explosivo en un disolvente, el perro en realidad podría estar detectando el disolvente y no el explosivo”.
Para comprobar el método de la doble temperatura, MacCrahen ideó una «estación de carga» de PDMS con una placa calefactora en un lado y una placa de enfriamiento en el otro (para que «lo caliente se mantenga caliente y lo frío se mantenga frío», como decía un anuncio comercialde la década de 1980). Preparó varias muestras colocando el DNT en la parte caliente, donde el químico se calentó a temperaturas que oscilaban entre 30º y 35º Celsius (de 86 a 95 grados Fahrenheit) -es decir, muy por debajo de la temperatura de explosión del TNT-. El PDMS se mantuvo relativamente frío a 20º Celsius, o a temperatura ambiente, en la otra parte de la estación de carga.
MacCrehan cargó las muestras de PDMS impregnadas con DNT, que mantuvieron su carga durante unos meses en latas perforadas de metal. También cargó varias latas vacías –las muestras de PDMS que no se impregnaron de vapor-. Etiquetó las latas con códigos y las envió a la Universidad de Auburn.
Los investigadores de Auburn entrenaron a un equipo de seis labradores retrievers para detectar TNT utilizando explosivos reales de TNT. Luego llevaron a cabo un estudio para determinar si los perros marcarían el PDMS con las muestras del NIST como si fuera TNT real.
El estudio se realizó a “doble ciego”. Ninguno de los entrenadores de los perros o de los anotadores que registraban las respuestas de estos sabían qué recipientes se habían sometido al preparado. Esto es importante porque los perros están tremendamente acostumbrados al lenguaje corporal de su adiestrador. Si estos conocieran qué muestras tienen el preparado de DNT, podrían influir involuntariamente con su mirada, con un cambio sutil en la posición del cuerpo o algún otro gesto inconsciente. Y si los que toman notas supieran cuales son esas muestras, podrían malinterpretar las respuestas de los perros.
Científicos del NIST y del programa de Ciencias sobre Destrezas Caninas de la Facultad de Medicina Veterinaria de la Universidad de Auburn colaboraron en un estudio conjunto donde se probó un nuevo método de entrenamiento con perros detectores de explosivos y narcóticos. En este video, que muestra una configuración experimental similar a la utilizada en el estudio del NIST, el instructor canino jefe Terrence Fischer organiza la prueba mientras que la instructora canina Jennifer Jankiewicz registra las respuestas del perro. Si el perro, un labrador retriever llamado Buddy, señaliza la muestra correcta sentándose al lado de esta, será premiado con su juguete favorito y jugando un poco con otro instructor canino que se encuentra fuera de la pantalla. Vídeo: Facultad de Medicina Veterinaria de la Universidad de Auburn.
Los perros señalizaron todas las muestras de PDMS impregnadas de DNT, sin marcar las que estaban vacías, lo cual significa que respondieron al DNT y no al PDMS en sí. “Han reaccionado a las muestras como si se tratara de la sustancia real”, comentó Waggoner.
Los perros no reaccionaron de forma tan insistente al PDMS impregnado con pequeñas cantidades de TNT. Sin embargo, MacCrehan explica que las cantidades tan pequeñas de TNT que usó para este propósito pueden no haber contenido la cantidad suficiente de DNT para impregnar completamente las muestras.
De cara al futuro, MacCrehan experimentará con formas seguras de preparar estos artículos de entrenamiento de PDMS para los explosivos improvisados de TATP y HMTD. Estos compuestos son extremadamente inestables y detonan con facilidad, por lo que contar con artículos de entrenamiento seguros será especialmente útil.
MacCrehan es químico experimental, no experto en comportamiento animal. Pero a pesar de su orientación tecnológica, los perros le fascinan. Estima que son entre 10.000 y 100.000 veces más sensibles que los más sofisticados instrumentos de análisis. «No estamos ni cerca de tener un aparato portátil que pueda hacer lo que ellos hacen», comentó.
*NIST – Instituto Nacional de Estándares y Tecnología de Estados Unidos [N. del T.]
Paper: W. MacCrehan, M. Young, M. Schantz, T.C. Angle, P. Waggoner and T. Fischer. Two-temperature preparation method and visualization of PDMS-based canine training aids for explosives. Forensic Chemistry. Published online Oct. 15, 2020. DOI: 10.1016/j.forc.2020.100290
Proyecto norteamericano: Artículo original
Traducción: María Fonseca | PerrosdeBusqueda©
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