¿Rastrear con la boca abierta es un error? El test de Karl Zuschneid

Hay una creencia extendida de que los perros de búsqueda o de detección deben llevar siempre la boca cerrada y que en caso de abrirla ya no buscan igual, que pierden eficacia. Los tests de Karl Zuschneid son determinantes para saber la respuesta

U.S. Marine Corps Foto: Cpl. Tyler Giguere

Autores: Resi Gerritsen y Ruud Haak
Traducción: María Fonseca | PerrosdeBusqueda©

Al presenciar un ejercicio de perros de rastro es frecuente que la gente se quede sorprendida ante el excelente trabajo de estos perros. Sin embargo, tan pronto como el perro comienza a rastrear con la boca abierta, muchos guías creen que el perro ya no sigue buscando: “Al fin y al cabo, el perro rastrea con la nariz…”

Pero los guías no son los únicos en pensar que un perro con la boca abierta no puede seguir un rastro. Muchos instructores e incluso algunos jueces comparten esa opinión. Sin embargo, el test del Dr. Karl Zuschneid, apunta a un fenómeno diferente, que además explica por qué los perros pueden inspirar ininterrumpidamente mientras olfatean.

En su estudio sobre la capacitad olfativa del perro, el Dr. Karl Zuschneid ofreció una revisión de varios años y basada en cientos de rastros, incluyendo la pionera investigación de Most, Brückner, Böttger, Hansmann, Belleville y los Menzels. En su momento, aquellos investigadores no poseían equipos de medición electrónicos para trabajar. Gracias a estos, el Dr. Zuschneid pudo obtener mediciones de la respiración de perros de rastro para su investigación sobre la fisiología del olor. El registro de la respiración durante el rastreo se observó a través del movimiento del aire en mitad de los orificios nasales. En dichos orificios se colocó el extremo de dos tubitos de plástico que llevaba parte del aire de la respiración hacia el equipo de medición.

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Cinco pointers alemanes y 60 rastros

Primero, el Dr. Karl Zuschneid llevó a cabo sus tests sin equipamiento, determinando durante cuánto tiempo podían apreciar el rastro los perros bajo ciertas condiciones climáticas. También quiso esclarecer si conformaban un rastro perceptible por el perro los ácidos grasos y las mezclas de ácidos grasos por sí mismos, sin los olores propios de la capa del rastro. Para ello utilizó diferentes tipos de ácidos grasos y mezclas de los mismos, como el ácido butírico, el propriónico, fórmico, acético y capriónico.

En total fueron cinco pointers alemanes de pelo corto los que participaron en las pruebas en 60 rastros de longitudes desde 700 a 1000 metros. La investigación demostró que, en rastros bajo diferentes condiciones, el tiempo de percepción más corto se midió en un campo seco y polvoriento, mientras que el rastro más largo con más de 22 horas, tuvo lugar en bosques de hoja caduca en otoño con una humedad relativa del 70-90%.

Es más, todos los perros demostraron un gran interés en los ácidos grasos, aunque esto dependía claramente de la concentración y la composición de la mezcla. Los perros podían seguir de forma convincente y sin problema un rastro de 24 horas con 1/40 mol de disolución (1/40 grammolécula por litro) de ácido butírico.

El registro de la respiración de la nariz del perro durante el rastreo mostró una imagen muy característica, más o menos igual en cada perro. El olfateo del perro se plasmó en papel en forma de ondas interrumpidas regularmente debido a la exhalación por la nariz. De esa manera se podía determinar la frecuencia y duración de cada fase de olfateo.

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Cuatro patrones de inhalación

Un periodo de olfateo es la duración de la característica inhalación ininterrumpida que se produce entre cada exhalación a través de la nariz. Se pueden definir cuatro patrones básicos:

1. Para rastros sencillos (por ejemplo, rastros de 30 minutos de antigüedad del guía bajo condiciones favorables) la imagen mostraba inhalaciones regulares durante el rastreo. Las ondas de las diferencias de presión son más pequeñas, lo cual indica que la velocidad del aire que pasa por la nariz es baja. Las exhalaciones en sí son intensas y regulares. En casi todos los rastros sencillos este patrón de la respiración fue consistente desde el inicio hasta el fin del rastro.

2. El patrón de respiración anterior se desvanece cuando el rastro incrementa en dificultad. Las ondas de las ráfagas de exhalación a través de la nariz se hacen más pequeñas y el tiempo entre ellas incrementa. En otras palabras, el perro olfatea más prolongadamente, generando más presión del aire en la nariz.

3. La siguiente fase muestra en principio el mismo patrón que el anterior. Los periodos de olfateo son, sin embargo, aún más prolongados dándose periodos cortos y característicos en los que el perro está visiblemente respirando a través de la boca y la nariz. No fue inusual ver algunos perros exhalar por la nariz en ráfagas dobles.

4. Finalmente, en las partes difíciles del rastro, la imagen de la respiración mostraba que el perro estaba olfateando casi sin interrupción. Una hembra registró el periodo más largo con un patrón respiratorio de más de 80 segundos de duración.

Karl Zuschneid
Las cuatro fases de olfateo de Karl Zuschneid. El patrón básico aquí cambiará con pistas más largas y difíciles

Toda una bocanada

La exhalación por la nariz probablemente realiza una especie de limpieza de las células olfativas en la membrana mucosa de la nariz, que aparentemente es menos necesaria para concentraciones de olor más bajas. Parece como si los perros respirasen al olfatear de la misma manera que lo hacen al jadear bajo temperaturas cálidas. Pero a diferencia del jadeo, que es más una ventilación sin respiración, aquí la alta frecuencia de olfateo contribuye de hecho a la inhalación.

En rastros sencillos los perros logran fácilmente combinar la respiración y el escaneo de olores. La inspiración tiene lugar durante el olfateo y la exhalación ocurre en forma de ráfagas a través de la nariz.

Cuando el olor del rastro disminuye, entonces el perro resuelve este problema de dos maneras: la velocidad de la corriente de aire en la nariz aumenta, aumentando así la capacidad. El perro también prolonga la duración total del período de olfateo. La exhalación retardada tiene lugar en parte a través de la nariz y en parte a través de la boca ligeramente abierta del perro de rastro. La tendencia a retrasar la exhalación perjudica la respiración. Pero al olfatear durante más tiempo, crea una ventaja al obtener más información sobre los olores entrantes.

Cuando la dificultad del rastro aumenta debido a condiciones más extremas, la exhalación por la nariz se suprime por completo. Durante rastros con un mínimo de olor, la exhalación se realiza con mayor frecuencia por la boca. La menor resistencia y la mayor apertura de la boca permiten que pasen un mayor volumen de aire que mediante la exhalación por la nariz. Por eso, la exhalación lleva menos tiempo. Y por lo tanto, rastrear con la boca abierta es una ventaja, en la medida en que ahorra tiempo para oler y analizar olores.

Autores: Resi Gerritsen y Ruud Haak
Traducción: María Fonseca | PerrosdeBusqueda©
Fragmento del libro: K9 Professional Tracking: A complete manual for theory and training
Zuschneid, K. (1973). Die Riechleistung des Hundes. Dissertation, Freie Univ. Berlin

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