Un error de los perros de explosivos replantea los sistemas de registro
Un caso de falsa alarma en la localidad estadounidense de Niagara ha vuelto a destapar las dudas en cuanto a los sistemas de registro realizados con perros
Hace pocos días, un tren de la empresa Amtrak que cruzaba desde Canadá hasta las cataratas del Niágara tuvo que ser detenido y evacuado después de que un perro detector alertara de la presencia de explosivos en una maleta.
Inmediatamente la policía de Amtrak comenzó un registro en el que se introdujeron dos perros más en el tren y, tras dos horas de inspección, se determinó que no existía ningún objeto sospechoso en el equipaje o en el tren y que la alerta del primer perro fue una falsa alarma. El tren continuó su viaje tras el incidente.
Según los agentes de Amtrak el registro fue completamente normal. Alegaron que no es algo que ocurra con frecuencia pero que son procedimientos que deben realizarse si se da un caso parecido.
Sin homologaciones: el eterno problema
El uso de perros para detectar la presencia de explosivos o drogas es algo controvertido en EEUU por diversas razones. En primer lugar, a día de hoy no existe una homologación nacional que certifique a un perro como detector de narcóticos o explosivos o de cualquier otro tipo de detección. Cada empresa establece sus homologaciones y certificaciones. Además, a pesar de un largo historial con muy buenas referencias en cuanto a la utilización de perros para estas tareas, hay una increíble falta de datos científicos que respalden su efectividad.
Un reciente estudio de la Universidad de Stanford basado en pruebas enviadas desde una comisaría de Ilinois durante tres años descubrió que el 56 por ciento de las señalizaciones de los perros resultaron ser falsos positivos.
Otro estudio realizado por un equipo de investigadores en la Universidad de California en Davis, en el que se probaba la eficacia de los perros detectores de drogas y explosivos, encontró que la tasa de fallo era de un 85 por ciento.
El equipo reunió 18 perros policía y sus respectivos guías y les dio una tarea rutinaria: entrar en una habitación y buscar drogas y explosivos. Pero había una pequeña complicación, en la habitación no había ni drogas ni explosivos. Para pasar la prueba los guías y sus perros debían registrar la habitación y no detectar nada, declarándola limpia. De 144 registros, sólo 21 fueron correctos.
En 2005 el Tribunal Supremo dictaminó que la policía tenía una «causa probable» para registrar un vehículo si un perro policía detecta drogas y las señaliza. Y, según la ley, los ciudadanos americanos aún sin haber sido acusados de ningún delito, pueden ser sacados de sus coches o de sus casas sólo por una «causa probable» proporcionada por un perro.
Teniendo en cuenta las cifras arrojadas por los estudios científicos, hay una seria preocupación entre los ciudadanos. El incidente del tren de Amtrak supuso una molestia a los pocos pasajeros que iban en él pero si un perro detector comete ese error cuando se trata de un registro en un coche o domicilio particular, las consecuencias podrían ser bastante más graves.
Fuente: www.niagarafallsreporter.com
Deja aquí tu comentario (debe ser aprobado para que aparezca)