Un estudio muestra la eficacia de los perros detectores de cadáveres sumergidos
A nivel mundial hay alrededor de 100.000 muertes anuales por ahogamiento, incluyendo accidentes y suicidios. Algunos países como EEUU están a la cabeza en cuanto a la utilización de perros para detectar cadáveres sumergidos. Pero aún falta mucho por avanzar.
Según la investigación, cuando un cadáver está en tierra firme lo normal es que no se desplace, pero en el agua puede moverse en tres dimensiones, lo que hace mucho más complicada su localización y recuperación.
La investigadora encuentra fascinante el trabajo de estos perros. Durante su estudio ha podido comprobar que los perros son capaces de localizar un cadáver a menos de un metro y con gran precisión en profundidades de hasta 15 metros.
Uno de los resultados de la investigación es que los perros sólo pueden ser verdaderamente efectivos si pueden aproximarse hasta el nivel del agua para detectar con claridad el olor, de lo contrario no serán capaces de dar una señalización clara. Por tanto, el acceso al agua desde la orilla y sobre todo desde una barca, es crucial para el éxito de una busqueda. Y, por la misma razón, si los laterales de la barca son muy altos el perro no será capaz de olfatear al nivel del agua.
También se ha determinado que es importante que los perros toquen el agua con la lengua. Muchos guías aseguran que sus perros lamen el agua en algún momento cuando parecen haber detectado el cadáver y los investigadores creen que se trata de un mecanismo de olfacción utilizado por los perros para confirmar la presencia de un cadáver.
Igual que las serpientes, los perros tienen un mecanismo sensorial llamado Órgano de Jacobson, que es capaz de recoger los elementos químicos del aire y también del agua. Los perros podrían utilizarlo para confirmar que se trata de un cadáver.
La investigación llevó a Lorna hasta Irlanda, donde esta especialidad está más avanzada. Allí fue testigo de la búsqueda real de una víctima de un accidente de pesca en Lough Ree. Estuvo a bordo de la barca desde la que el perro detectó y señalizó la presencia del cadáver. También asistió a ejercicios de entrenamiento en los que se utilizaba un cerdo muerto para simular un cadáver humano.
La investigadora concluye que la utilización de perros para este tipo de búsquedas no es infalible pero sí una herramienta extra muy valiosa. Sin embargo, aún en Reino Unido y otros países no se trabaja esta especialidad, normalmente debido al alto coste que supone el entrenamiento de perros de cadáveres.
Fuente: phys.org
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