Vida ya no será un perro de rescate. Ha muerto envenenada

Esta era Vida, una cachorrita futura perra de rescate del grupo UCAS de Arrate. Vida ha muerto envenenada en Miranda de Ebro (Burgos), donde comenzaba a dar sus primeros pasos en lo que iba a ser su futuro como perra de búsqueda de personas.

Y no es sólo un caso, por desgracia son muchos los perros que mueren por efectos del veneno. Precisamente este miércoles PerrosdeBusqueda ha participado en una marcha pacífica en el embalse de Navacerrada (Madrid) para protestar por los casos de envenenamiento ocurridos allí en los últimos años. Hace muy pocos días falleció otro perro por culpa del veneno que ingirió en los alrededores del embalse.

Marcha pacífica contra el veneno en el Embalse de Navacerrada

Con intención o sin intención, en zonas rurales pero también y, cada vez más, en zonas urbanas, los envenenadores continúan dejando su estela de muerte tras de sí. Es un delito y hay penas hasta de cárcel pero no parece ser suficiente y los desalmados continúan matando seres vivos, saliendo impunes en la mayoría de los casos.

Como una grotesca y a la vez alentadora contradicción tenemos a los perros detectores de veneno que, gracias a su trabajo, evitan que otros perros y especies animales mueran a causa de esta penosa lacra. Guardia Civil y agentes de Medio Ambiente trabajan muy duro para intentar frenar y acabar con quienes usan el veneno para atentar contra la vida de otros seres vivos.

Un equipo canino de detección de venenos de la Guardia Civil

Pero la lucha continúa y hay que seguir muy alerta para evitar que se den más casos. Y para ayudar a quienes trabajan en ello es fundamental denunciar cuando encontramos un caso de envenenamiento, ya sea en zona rural o urbana. La difusión en redes sociales es importante para alertar a los demás pero lo primero es la denuncia a las autoridades correspondientes.

Cómo actuar en caso de encontrar veneno o animal envenenado: Venenono.org
Alertas sobre zonas con veneno: Aviso: Zonas con veneno

Entre todos tenemos que conseguir acabar con esta trágica lacra. Y que la pequeña Vida, como tantos otros antes que ella, sean los últimos casos que tengamos que dar a conocer.